domingo, 22 de septiembre de 2013

Relato autobiográfico sobre mi salud

Nací el 3 de agosto de 1991, era una bebé muy pequeña, oscura y arrugada, por lo que cuentan era muy "fea". Pesé 2 kg 400 gramos, pero no estuve en la incubadora. El parto fue natural, bastante rápido y sin ningún problema. Durante los primeros 6 meses me alimenté de la leche materna. Era una bebé muy sana.  A los pocos meses mi aspecto ya había cambiado y ahora no quedaba nada de ese naonato. En general, durante mi infancia no he tenido ningún problema de salud grave, simplemente constipados y virus, en muy pocas ocasiones.  Con 7 años mi hermana pequeña me contagio la varicela, pero la pasé muy pronto y no fue muy agresiva.


No he tenido problemas de alimentación. Mi dieta era  muy variada y rica en omega 3, ya que me encantaba y me encanta el pescado. Siempre he comido bien y de todo. Desde los 12 años hasta los 16 he comido en el comedor del colegio, este era muy familiar y cuidaban mucho nuestra alimentación, el menú era rico en proteínas y verduras.
Hace dos años tenía anemia y estuve tomando hierro. Hablando con mi medica de cabecera le comente que donaba sangre cuatro veces al año y me dijo que probablemente la causa de mi anemia eran esas donaciones tan seguidas. Cada persona tiene entre cuatro y cinco litros de sangre, en cada donación quitan medio litro. Ahora procuro donar dos veces al año.

Siempre he sido muy deportista. Practicaba un montón de deportes, entre ellos balonmano, campo através, gimnasia rítmica, baloncesto,  fútbol ,etc. y nunca he tenido ningún esguince ni rotura.

 En lo que se refiere a los aspectos psicológicos nunca he tenido ningún problema. Y, en lo referido a aspectos sociales tampoco, en los colegios o institutos en los que he estudiado siempre me he llevado bien con todo el mundo y me he sentido muy querida, nunca he tenido problemas con nadie.

Desde mis primeros momentos de vida hasta el día de hoy he gozado de muy buena salud. Nunca he estado ingresada en el hospital ni me han operado.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Relato autobiográfico sobre mi salud

Mi salud desde el día que nací

Hace 26 años que nací en Ourense, pesaba algo menos de 4 kilos y medía medio metro. Era un niño sano, salvo un pequeño contratiempo: tenía una afección asmática que me daba ataques muy de vez en cuando hasta las 6 ó 7 años, llegados a esa edad se me olvidó el inhalador por completo y realicé una vida completamente normal, ya que nunca me dió problemas de ningún tipo y menos en la escuela.


Decir también, que pasé las enfermedades típicas de la infancia como la varicela, me la contagiaron en la escuela, o las típicas caídas en el patio del colegio.

Toda la vida, comí en casa, nunca me quedé a comer en el comedor, por lo que en el colegio los hábitos saludables que aprendí eran los que nos enseñaba el profesor en el aula.

Recuerdo que en Educación Primaria, la mayoría de la clase esperaba con ganas el viernes por la tarde porque era fin de semana y porque era cuando realizábamos el enjuague bucal semanal, de esta manera en el colegio contribuían a nuestra higiene y salud.

Con lo que respecta a la higiene bucal, siempre me he cepillado los dientes después de cada comida 2 ó 3 minutos, y nunca he tenido problemas de ningún tipo, no me han tenido que poner ortodoncia, ni me han tenido que quitar ningún diente o muela.


Siempre fui un niño muy activo e inquieto, practico deporte desde los 5 años, al principio compaginaba natación, gimnasia y fútbol, para decantarme finalmente por el fútbol y por la gimnasia muy de vez en cuando. Aún a día de hoy, practico deporte 3 ó 4 veces a la semana.

El ser un niño tan inquieto tiene sus contras también, y es que me han tenido que dar puntos en varias ocasiones: ceja, barbilla, pierna, abdomen… algunas de esas lesiones fueron producidas en la guardería o en el colegio pero todas ellas sin ningún tipo de complicación.

Con respecto al sueño, siempre he llevado una vida estable y organizada, por lo que era raro que no durmiera mis 7 u 8 horas diarias durante los días académicos, lo cual me permitía estar activo y ser constante en el día a día.



Por suerte, nunca fui un niño que tuviera enfermedades, podía tener el típico catarro o costipado como todos, pero mis enfermedades nunca han ido más allá, creo que es debido a una buena alimentación. Desde pequeño en casa se me ha insistido en que el desayuno era la comida más importante del día, y siempre tomo un vaso de zumo y un vaso de leche acompañado de tostadas, cereales, bollería... A la hora de la comida siempre he llevado una dieta saludable, comiendo de todo menos verduras, repartiéndose a lo largo de la semana pescado, carne, hidratos de carbón... El postre en casa siempre ha sido fruta, 2 ó 3 piezas de fruta diarias, y repito, soy de buen diente, entonces no tengo problema en variar una fruta u otra.


En la adolescencia, solo recuerdo un pequeño problema cuando tenía 13 ó 14 años, me dolían mucho las rodillas por el crecimiento, y el médico me recomendó hierro para crecer, fue el único medicamento que he tomado en toda mi vida. Cuando tenía esta edad también tuve problemas de vista, me pusieron gafas por miopía y aún a día de hoy la tengo, ha aumentado desde la primera revisión pero lleva varios años estable.

Relato autobiográfico sobre mi salud

Nací a las once de la noche el 25 de junio de 1993, en aquel momento del parto la luz se fue en todo el hospital, por lo que nací a oscuras y totalmente sana. De bebé mi lactancia no fue materna, ya que mi madre no tenía, a pesar de eso no me faltaron nutrientes. En esta etapa me vino la varicela, no tengo recuerdo de ello.
En mi etapa de infantil mi alimentación siempre fue buena, comía de todo, mi peso era normal y mi estatura también. Era una niña tranquila, alegre y sociable.  Psicológicamente nunca tuve ningún problema en esta etapa. En el colegio tampoco tuve ningún problema. La única experiencia en esta etapa fue que un compañero de mesa me pinchó un punzón en la oreja y me tuvieron que llevar corriendo a urgencias, por suerte no fue nada grave. Al igual que muchos niños me asustaban las vacunas.



En la etapa de primaria mi estatura y peso siguió siendo normal, me diagnosticaron alergia a los ácaros, al polvo y al polen. Donde más se reflejaba era en mi piel, puesto que me salían ronchones rojos y granitos, empecé a utilizar muchas cremas. Esta alergia me producía algo de asma y esto me influyó en el colegio, dado que algunas actividades no podía realizarlas, o tenía que hacerlas a mi ritmo. A pesar de eso, practicaba balonmano y mi alimentación era buena. También tuve piojos que me contagiaron mis hermanas, y lo pasamos bastante mal.  En el colegio nos pusieron un par de vacunas, que no recuerdo cuales fueran. Psicológicamente nunca tuve ninguna alteración y socialmente tampoco tuve problemas.


En la etapa de la ESO mi alimentación ya no era tan buena, dejé de comer verduras y hortalizas. Mi peso y estatura seguía siendo normal. En esta etapa me diagnosticaron escoliosis, por lo que me volví a apuntar a piscina para corregirlo, pero lo dejé y sigo con ello. El asma que tenía en primaria me fue desapareciendo, pero la alergia fue aumentando. A los catorce años me pusieron ortodoncia, lo pasé algo mal en el instituto, me costó el cambio. Mi adolescencia en esta etapa fue normal.
En la etapa de bachillerato mi alimentación fue yendo a mejor, empecé a comer más hortalizas y verduras. Mi peso y estatura siguió normal. Gracias a mi profesora de música que al cantar me dijo que fuese al foniatra que tenía algún problema en las cuerdas vocales, me diagnosticaron un nódulo en las cuerdas vocales y rehabilitación durante un año, que aún tengo pendiente. A los diecisiete años me sacaron las cuatro muelas del juicio, ya que no nacían bien.
Desde que nací hasta el momento de hoy nunca estuve ingresada en un hospital, nunca me operaron, tuve muchas gripes, infecciones de garganta y gastroenteritis. Tampoco nunca tuve problemas psíquicos ni sociales.


jueves, 19 de septiembre de 2013

Relato autobiográfico sobre mi salud



Relato autobiográfico                                    SALUD                      AITOR RUIZ RICO

Para poder señalar de una forma más clara mi experiencia de salud a lo largo de mi vida, destacaré los hechos más destacables en cada una de las siguientes etapas:

0-6 años:        
Alimentado con leche vegetal de farmacia, pues la de animal me congestionaba, hasta los 6 meses.                                                              
Sin ningún tipo de enfermedad. Lo único a señalar una operación de hidrocele a los 3 años, totalmente satisfactoria.
Aunque no recuerdo mucho de esta época, considero que fue activa.
En relación a la escuela, acudi a la guardería mas cercana a mi casa.
 
 
 6-12 años:       
Alguna fractura de tobillo y muñeca, sin consecuencias más graves.
Con sobrepeso, llegando a los 90 kilos, comencé en un gimnasio para mejorar mi aspecto físico y calidad de vida.
Referente a la escuela, estudié hasta 2 de E.S.O. en el centro Santo Angel. Sin muchos problemas académicos, decidí cambiar a otro centro.
                          
12-18 años:    
Alcance un peso equilibrado, con ejercicio y dietas.
Ritmos de sueño entorno a las 8 horas diarias
Sin enfermedades que destacar
Tabaquismo y alcohol.
 En esta etapa estudié en el I.E.S. O Couto hasta sacar bachiller.

18-25 años:    
Alimentación equilibrada.
Ritmos de sueño bastante dispares según el año, de  6 horas seguidas a 8  interrumpidas, durmiendo 4 de noche y  4 de día.
Lavado de estómago y endoscopia por causa de una indigestión.
Tabaquismo y alcohol (consumo alto).
Deje los estudios a los 18 años para trabajar en diferentes puestos:
- Repartidor, reponedor, peón forestal, bombero forestal, mozo de almacén, pescadero y pizero.
Fué en este último donde encontre un gusto por la cocina profesional y decidí cursar un CS en Restauración a los 23 años de edad.
A partir de entonces he trabajado como cocinero y camarero en diferentes  taperías, restaurantes y hoteles.




Actualidad:
Alimentación equilibrada (casi siempre)                                
Ritmo de sueño en torno a 7 horas seguidas.
Deporte regularmente, sin lesiones.
Tabaquismo y alcohol (consumo moderado).
En cuanto a la escuela, sigo ligado a ella, puesto que decidí continuar con mis estudios y orientarlos hacia el magisterio, a la par que mejorar profesionalmente con la intención de llegar a convertirme en maestro de FP de cocina.


Relato autobiográfico sobre mi salud.


Nací el 28 de Diciembre de 1992.
La intervención se llevo a cabo mediante cesárea ya que era un bebé muy grande. Medí 53 cm y pesé 4 kg al nacer. Mi madre me dio el pecho hasta los siete meses, después empecé a tomar fruta, más tarde pescado y poco a poco carne y verduras.


Desde que nací tuve constantes infecciones de oídos y garganta, por lo que, al ver que estas eran muy reiteradas, decidieron operarme con seis años. 
Me operaron de oídos para ponerme drenajes en ellos. También me extirparon las amígdalas y las vegetaciones. A partir de estas tres operaciones no volví a tener ningún proceso infeccioso destacable.










A partir de los 8 años empecé a ir a actividades deportivas como fútbol sala, gimnasia rítmica, esquí, hípica y natación sincronizada. Practiqué este deporte durante ocho años en el Club de natación sincronizada de Ourense.
Cuando cumplí los once años el dermatólogo me dijo que tenía la piel atópica y desde entonces siempre he tenido la piel muy sensible y eccemas de vez en cuando.
En esta etapa dejé de comer verduras hasta el día de hoy.



A los trece años me pusieron ortodoncia y no me la quitaron hasta los dieciséis. Cada mes, durante estos cuatro años tuve que ir al ortodoncista para hacerme revisiones.
Con quince años tuve anemia durante unos meses y tuve que tomar hierro durante este tiempo.

Cuando cumplí los diecisiete empecé a ver mal y tuve que ponerme gafas ya que tengo miopía e hipermetropía, que con los años han ido reduciéndose.

A los dieciocho años tuve varios quistes ováricos que, con el tiempo, se resolvieron por si solos.

El último problema de salud que tuve fue un virus en la piel, pitiriasis rosada de Gibert. Se trata de una erupción inflamatoria que puede darse por todo el cuerpo. Fue bastante doloroso y molesto pero se me curó en unos meses gracias a un tratamiento de corticoides.

Con todo esto, he tenido una buena salud a lo largo de estos años, salvando estos pequeños casos.